El jugo de trufa negra es empleado en la cocina en muchas y variadas recetas. Destaca su uso sobretodo en la elaboración de salsas, risottos y caldos, aunque su utilización es excelente en otras recetas como asados o guisos. Nuestra recomendación es incorporarlo, al igual que la trufa fresca, en el último momento de la receta, tratando de evitar que se caliente en exceso. De esta manera se fusionará mejor con el resto de ingredientes y obtendrás un aroma espectacular. Recomendamos emplear entre 2 y 3 cucharadas soperas por porción.
Los chefs más experimentados lo emplean para hacer esferificaciones o gelificaciones de trufa negra, una opción que sólo puede desarrollarse gracias a disponer de todo el aroma natural de la trufa en este oscuro jugo.
El formato del envase de vidrio es de 200 ml.
Condiciones de conservación: mantener en lugar fresco y seco, alejado de fuentes de luz y calor. Una vez abierto conservar a una temperatura entre 2 y 4ºC y consumir dentro de un periodo de 6 días.
Caducidad: 36 meses.
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