Oculto bajo tierra, este hongo, cuya campaña va de noviembre a marzo en nuestro hemisferio, posee unas cualidades organolépticas excepcionales. Nuestra misión es poner a tu disposición las mejores trufas que recolectan los truficultores locales, facilitando la conexión entre sus campos y tu cocina. Una vez recibido tu pedido, si tenemos el producto disponible, en menos de 24h saldrá de nuestras instalaciones y en menos de 24/48h llegará a ti. De este modo garantizamos una frescura inigualable y un aroma insuperable.

Las trufas pueden llegar con una fina capa de tierra, siendo ésta la manera más natural de recibir el producto. Si es así, tendrán que ser cepilladas bajo el grifo para retirar los últimos resquicios de nuestros campos que todavía quedan adheridos a ellas. O bien, podemos cepillarla y lavarla por ti, además de hacer una desinfección con ultrasonidos. En cualquier caso, nuestro consejo es consumirla cuanto antes para apreciar sus cualidades en su máximo esplendor.

Conservación de la trufa negra fresca

No recomendamos que se conserve en el frigorífico más de 7 días. Si tienes pensado conservarla más tiempo, una buena idea es congelarla e ir consumiéndola, guardando siempre la parte de ella que no vaya a consumirse en ese momento de nuevo en el congelador. Si optas por este modo de consumo, nunca se debe descongelar la trufa por completo. Los pasos correctos son: sacar del congelador, rallar sobre el plato justo antes de comer y devolver el resto rápidamente al congelador.

Y si te preguntas qué platos o elaboraciones podrías hacer con ella en tu casa, recomendamos que visites nuestra sección de recetas. Déjanos un comentario si haces en casa alguna de ellas, ¡estamos encantados de leerte!